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Mis 5 pasos para uñas lindas ¡en casa!

Bienvenidos, queridos lectores, a un nuevo post.

Con tanto investigar sobre personajes “femeninos” y con el agravante del distanciamiento obligatorio, un artículo sobre cuidados en casa es prácticamente un paso lógico.


Una de mis actividades usuales es pintarme las uñas y luego sentarme a esperar que sequen con un libro y un té. En realidad con un mate cocido, pero como sea. Investigando para mi artículo sobre "Mrs Midwest" noté que mucho se dijo en su canal sobre belleza pero no había allí una demostración literalmente de ~cómo~ realizarlo. Eso me inspiró a compartir los trucos que aplico en casa para evitar una (hoy imposible) ida al salón de uñas.


Al momento de pintar mis uñas sigo unos pasos específicos y voy a tratar de describirlos lo más detalladamente, pero sin parecer una maniática. Es esto posible? Acompáñenme y lo descubriremos.


1. Limpieza

Bueno, esta es una foto del “antes”:

Empiezo lavando las manos con agua y jabón, y me aseguro de que no quede tierrita debajo de las uñas (usar preferentemente un cepillo para manos). En unas uñas libres de oleosidad el esmalte se adhiere mejor. Con un alicate, corto las pielcitas que sobresalen en los costados.


Por favor tener cuidado con los elementos cortantes: tenerlos limpios, ya que podemos llevar gérmenes y causar infecciones.


2. Limado

Para que las uñas crezcan con fuerza, se recomienda limarlas y no cortarlas. El corte con alicate puede causar mini fracturas en la uña que la debilitan.

En este paso trato de dejar todas las uñas del mismo largo y forma. Hay quienes eligen que la forma del limado siga la forma del crecimiento de la uña. En mi caso, elijo una forma cuadrada (al ser diferente a la forma de crecimiento natural, en mi opinión da una apariencia de ser “a propósito” y tener más “intencionalidad”, si se entiende). Uso una lima de cartón, me parece más delicada que una de metal.

Para lograrlo, empiezo por la línea transversal (1), limando en forma recta y sacando el largo deseado. Luego, con la lima ubicada de modo longitudinal a la uña (2), repaso un poquito para dar la forma cuadrada. Un tercer paso opcional es redondear ligeramente los bordes cuadrados, yo lo hago para que no quede tan marcado.


BONUS OPCIONAL: cutículas

Ahora, este paso es para quienes tienen mucho crecimiento de las cutículas sobre la uña. Yo diría que no es necesario siempre empujarlas y menos que menos cortarlas. En mi caso, me crecen un poco y les doy atención con una frecuencia mensual o incluso menor. Las ablando con un poquito de aceite para cutículas y las empujo hacia atrás con un palito de naranja, siguiendo la forma del crecimiento de la uña, sólo en las zonas que es necesario [Limpiar bien el producto ablandador de cutículas después de su uso, con agua y jabón]. No utilizo un repujador de metal realmente porque no tengo uno, pero sepan que existen. Además de esto, más o menos cada 6 u 8 meses, concurro a un salón de uñas para retocarlas de modo profesional. Para quienes no tengan experiencia con el cuidado de cutículas es lo más recomendable en mi opinión. También existen productos removedores de cutículas que se pueden usar en casa, es importante seguir las instrucciones de uso (en cuanto a tiempo de exposición) para no debilitar la piel. En cuestión de cutículas, menos es más.


3. Buffing

Este es un paso polémico, ya que es muy fácil pasarse y pulir de más. Los cubos pulidores emparejan las “canaletas” o textura con que crecen naturalmente las uñas. Esto hace que sea más pareja y por ende más resistente. Por el contrario, si sacamos más que sólo la capa superficial, las uñas se debilitan y pueden llegar a doler. Por eso hay que ser muy suave con el pulido, apenas para dejar una superficie más suave y con menos textura. En este paso aprovecho para repasar los bordes que pueden haber quedado rasposos del limado.

En el caso de no desear aplicar esmalte, existe una alternativa que es dar brillo a la uña con el pulidor. Para eso se utiliza primero el lado de grano más grueso, luego un pulido con un lado de grano fino, y por último con el lado más suave de todos. El resultado debería ser un brillo natural. Siempre recordando no apretar fuerte y que no debería doler en ningún momento.

4. Esmalte

Para aplicar el esmalte siempre sigo la misma secuencia, que creo es bastante efectiva para un resultado prolijo.

El primer punto es la manera de cargar el pincel.

Cargo el pincel y descargo en la parte interior de la boca del tarrito de esmalte (nada de cochinadas por los bordes).

Con los pinceles más bien achatados es más fácil, pero es lo mismo para los pinceles redondos: descargar la pintura de la mitad del pincel, dejando pintura en la otra mitad (de los 360 grados, sólo 180 deberían tener pintura).

El pincel cargado de este modo lo uso con el lado de la pintura hacia abajo.


Ahora para pintar la uña:

(1) Comienzo en la zona central superior.

(2) Subo hasta la línea de la cutícula.

(3) Luego bajo hacia el borde de la uña, logrando cubrir la línea central.

(4) A continuación procedo a pintar los lados. El movimiento es el mismo: comienzo en la parte izquierda superior, subo hasta la línea de cutícula y bajo hasta el borde izquierdo de la uña.

(5 y 6) Repito en el lado derecho.


Es importante que la capa de esmalte quede fina. Un pincel muy cargado lleva a una capa de esmalte gruesa, y una capa gruesa tarda demasiado en secar.


Luego de la primer capa de esmalte me gusta pintar la parte del grosor de la uña (perdón, no se me ocurre una mejor forma de expresarlo). Cuando me salteo este paso me da la sensación que hay algo incompleto. Esto lo hago una sola vez, no es necesario múltiples pasadas.

Luego de la primera capa de esmalte dejo secar bien antes de una segunda capa (repetir la misma técnica).

Una capa de top coat o brillo transparente es opcional en caso de esmalte tradicional. Como las uñas quedan más gruesitas con más capas, da una apariencia bien linda como de uñas hechas en salón. En el caso de esmalte de tipo gel sin lámpara, este paso es necesario y debe usarse el top coat específico de gel.

Para lograr un buen secado entre capas, una forma un poco -intensa- es dejar pasar un día entre dos capas de esmalte. Aplico una capa hoy, y al día siguiente aplico otra y doy por terminada la operación. Para algunos puede ser un poco mucho, pero es efectivo y en mi experiencia me ahorra tiempo de esperar que seque.

Ocasionalmente uso un acelerador de secado luego de la última capa de esmalte, lo que es moderadamente útil para ayudar a secar (es el último tarrito a la derecha en la foto de portada de este post). También sirve sumergir la uña en agua fría, o el clásico soplido (jiji).


Dependiendo si tenemos uñas más grandes o más chiquitas puede ser útil elegir un esmalte que venga con un pincel más grande o chico.

Las marcas que tienen pincel pequeño (que yo conozca) son por ejemplo Cutex Care, Revlon Colorstay y Sally Hansen Hard as Nails. Y las de pincel más ancho son Umara, Vogue y Sally Hansen Gel.

5. Productos de cuidado

Por supuesto no hay belleza de uñas sin atender la salud y suavidad de manos y cutículas. Mantengo las cutículas suaves con un aceite para cutículas. Se puede usar una gotita en cada cutícula como último paso de la manicura (luego de la última capa de esmalte) y dejarlo ahí un rato. O en cualquier momento realmente, aprovechando para hacer un masajito en cada dedo.

Para crema de manos estoy probando esta de Dermaglós que tiene una textura bien espesa y tiene factor de protección solar (buenísimo para prevenir manchas). La uso a la mañana antes de exponerme al sol y tengo el detalle de masajear cada dedo en el borde de la uña.

Bueno, esa fue mi rutina de cuidado de uñas en casa. Tengo que subrayar que la frecuencia con que realizo estos pasos es algo personal para mi caso.

Cada persona debe atender a un hecho: las maniobras y productos descriptos son sólo beneficiosos en una frecuencia adecuada. Resultarían perjudiciales si excedemos esa frecuencia e ineficaces en el largo plazo si la desatendemos.

O sea, no pasarse ni olvidarse. El pulido de uñas y repujado de cutículas es algo que no debe excederse (en mi caso, dejo pasar mínimo una semana y un mes respectivamente). En contraste, la humectación de cutículas y manos podría ser diaria, lo que no siempre sucede y es algo que trato de mejorar. El esmalte de uñas no debería dejarse puesto mucho más de una semana ya que provoca una coloración amarilla, y las uñas deberían descansar sin productos entre aplicaciones. Estos tiempos son de referencia y cada persona lo puede adaptar a lo que necesita o lo que tolera.


Otro punto importante es cuidarse las uñas después de hacer todo esto: tratar de no chocar las manos con cosas, no usar las uñas para abrir un envase o sacar cinta (para eso hay tijeras), usar guantes para limpiar o trabajar en jardinería. Ser amables con el propio cuerpo sólo cuesta un poquito más de detalle.


Como comentario final, quiero explicitar que mi intención con este artículo es no dirigirlo a mujeres, sino más bien enfocarme en presentar la información del modo más neutral posible y dirigirme a quien le interese. No es opinión de quien suscribe que sea necesario para la mujer usar este look de uñas, ni prohibido para todos los demás. Con la investigación que realicé para escribir mi artículo sobre "Mrs Midwest" me surgieron preguntas sobre los conceptos de lo "femenino" y lo "masculino" que esa ideología defiende. Hay mucho que decir respecto a la distinción tajante y arbitraria que realizan, y es probable que este sea el tema del próximo número de Carito Comentarios. Así que estén atentos a eso.

Estaré encantada de leer sus comentarios. Hay algún punto en que difieran? O me faltó explicar algo? Les haya gustado o no, son más que bienvenidos a decirlo y estamos en contacto en los comentarios. El más afectuoso saludo a mis lectores.


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